lunes, 22 de junio de 2009

Crónica de precaución.

Por: Angelina Jiménez

Son las siete con quince minutos a finales de Abril y Carolina sale de su casa, sin prisas, en su CR-V 2004, toma la carretera y después de unos minutos de manejar cantando llega a su destino, el Santa Cruz Training Program (SCTP), en Nogales Arizona. Ella respira y huele a tierra mojada, sí, están regando. Baja del auto y toma su bolso, empieza otro día.

Toma su paquete de hojas como cada día, y en las hojas redacta lo que sucedió el día anterior en el programa a cada cliente del cual ella se hace cargo, son siete personas, y tiene media hora para terminar con la primer tarea. Toma su botella con clorofila y agua, lo bebe, luego de un rato ha terminado su tarea justo a tiempo, Marybel, con retraso mental moderado y muda, Abraham, con retraso mental leve y epilepsia, y Daniel, también con retraso mental leve, los tres hermanos, acaban de llegar, Carolina debe revisarles su cuerpo para ver que estén libres de marcas de abuso.

Después de que los demás clientes llegan y a cada uno se les realiza la revisión física, se les revisa el almuerzo que traen en sus loncheras, pues debe cerciorarse de que traen el alimento adecuado, en condiciones óptimas, y en cantidades prudentes. Se encaminan a la sala de terapia y en el pasillo iluminado con olor a lavanda, se le acerca Paz, su coordinadora, y le avisa que habrá junta de emergencia dentro de 10 minutos, y que la terapia se suspendería el tiempo que la reunión ocupe. Ella lleva a los clientes a la sala de terapia donde alguien más los cuidará, Carolina no puede evitar preocuparse, por lo tanto intenta hacer todo rápido.

Abre la puerta del salón y ve que la mesa directiva se encuentra reunida, toma su asiento y espera junto a los demás, también preocupados, a que lleguen los otros supervisores, nada parece normal y se siente la tensión.

El médico del programa de Santa Cruz llega también, empieza por repartirles hojas a cada quién con información de lo que se temía, una amenaza de pandemia, “Qué hacer en caso de una pandemia” se titulaba el paquete de hojas. El les habló sobre la famosa peste, las medidas que se tomarían de hoy en adelante y que seguirían laborando mientras la Organización Mundial de la Salud no subiera la alerta a fase 4.

Cualquier cliente que presentara aun si fuera un pequeño síntoma, debía ser aislado hasta que los tutores llegaran por el y sólo podía regresar con una confirmación médica, que señalara que no padecía influenza.

Y así empezó todo, cloro, sanitizantes, cubrebocas y guantes, no dejaban de hacerse presentes por doquier, el programa fue cerrado a los proovedores, a los familiares, y a cualquier persona que no fuese cliente o empleado. La tensión se mantuvo por unos días, hasta que empezó a correrse el rumor de que era una estrategia de México, se calmaron las cosas, sin dejar de prevenir y mantenerse atentos a los medios de comunicación.


Los discapacitados y sus familiares fueron informados sobre lo que sucedía y se les orientó y calmó. Se les dieron indicaciones para seguir en el hogar y en los lugares públicos, y mientras surgían dudas todos iban aprendiendo, tranquilizándose y manteniendo de pie las medidas preventivas. La gente llamaba para ofrecer su ayuda, siendo rechazada por seguridad, los eventos públicos se cancelaron aunque tuviesen meses planeados, pero el miedo que se sentía en el ambiente no cesó de disminuir hasta convertirse en una medida preventiva rutinaria.

Los empleados aún siguen preocupados e intentando hacer de las medidas de higiene una rutina diaria, para prevenir cualquier brote y por supuesto, sentirse más tranquilos. Las medidas ahora todos las conocemos y podemos ver que una pandemia puede ser manejada y controlada, mientras se sigan las medidas de prevención e información. Cuando la OMS subió la alerta a fase 4 el Santa Cruz Training Program fué cerrado unos días, y cuando la alerta disminuyó, regresaron a su labor diaria, encontrándose todos de nuevo sin ningún infectado ni con algún incidente relacionado con el brote mundial de influenza.

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