Tomada de Feel My Hunger Blog.
La moda de la anorexia no ha pasado. Sí, hay quien se atreve a difundir el hecho de que las extremadamente flacas siluetas que vemos pasar por las calles y en la web, están fuera de moda. He ahí donde no hay coherencia, lo de hoy es acabar no con las personas anoréxicas, sino con la enfermedad en sí, haciendo uso de la moda en personas delgadas, pero aun así saludables. Es la moda la que se encargó desde un principio en tomar a las modelos más delgadas como musas para sus diseños; y es la moda la que ahora se ha intentado encargar en solucionar lo mismo, con sus fallas por seguro.
La palidez, en sí lo insípido está en su máximo esplendor, ser delgado es lo que todos queremos ser, y como ya sabemos, no todo hay que llevarlo al extremo, pero lo hacemos. Es el auge del look enfermo que vemos en toda pasarela y que nos enamora. La pregunta es: ¿cuándo vamos a cansarnos de ver personas grises que nos parecen tan inalcanzables?, espero que no sea cuando haya una epidemia anoréxica y sea raro ver a personas de mas de 50 kilos.
Y lo que podemos hacer en primer lugar, es vernos al espejo, tocarnos, y hacernos el amor a nosotros mismos, intentar hasta poder, pues es así como aprenderemos a tener autoestima, dejar a un lado los pensamientos enfermos, y vernos desde un enfoque realista, ser del diámetro de un tubo para el cabello, no nos hace ver más bellos, y mucho menos nos hará sentir más cómodos. Es que debemos educar nuestras pupilas para que aprendan a apreciar lo saludable, como lo bello, lo único bello.
Mi comentario sobre el discurso de Denisse Dresser.
Por: Angelina Jimenez.
Puedo concebir el miedo y coraje que existió dentro de los presentes escuchas de Denisse Dresser, en su discurso para el foro "¿Qué hacer para crecer?", junto con alguno que otro iluminado que seguro se sintió motivado, al igual que yo y que muchos de los que escuchamos este discurso tan penetrante y punzocortante para aquellos que en realidad gobiernan a México.
Que pereza debieron sentir los presentes al escuchar a aquella mujer tan fuerte, valiente y a la vez llena de preguntas obviamente ya respondidas, ¿qué hacer para crecer?, como es posible motivarnos a tantos, que aunque hiciéramos marchas como aquellas que hacen los simpatizantes de López Obrador, no servirían de nada pues ni siquiera afectamos a los gobernantes, sino a los demás ciudadanos.
Al escucharla se puede mantener la esperanza, como ella lo dijo "los ciudadanos diluímos toda esperanza", pero habremos de tomar valor de donde nos salga para iniciar haciendo algo importante y tan grande como ella, seguir su valentia y admirar su fuerza.
La palidez, en sí lo insípido está en su máximo esplendor, ser delgado es lo que todos queremos ser, y como ya sabemos, no todo hay que llevarlo al extremo, pero lo hacemos. Es el auge del look enfermo que vemos en toda pasarela y que nos enamora. La pregunta es: ¿cuándo vamos a cansarnos de ver personas grises que nos parecen tan inalcanzables?, espero que no sea cuando haya una epidemia anoréxica y sea raro ver a personas de mas de 50 kilos.
Y lo que podemos hacer en primer lugar, es vernos al espejo, tocarnos, y hacernos el amor a nosotros mismos, intentar hasta poder, pues es así como aprenderemos a tener autoestima, dejar a un lado los pensamientos enfermos, y vernos desde un enfoque realista, ser del diámetro de un tubo para el cabello, no nos hace ver más bellos, y mucho menos nos hará sentir más cómodos. Es que debemos educar nuestras pupilas para que aprendan a apreciar lo saludable, como lo bello, lo único bello.
Tomada de Gobierno de Nuevo Leon.
Mi comentario sobre el discurso de Denisse Dresser.
Por: Angelina Jimenez.
Puedo concebir el miedo y coraje que existió dentro de los presentes escuchas de Denisse Dresser, en su discurso para el foro "¿Qué hacer para crecer?", junto con alguno que otro iluminado que seguro se sintió motivado, al igual que yo y que muchos de los que escuchamos este discurso tan penetrante y punzocortante para aquellos que en realidad gobiernan a México.
Que pereza debieron sentir los presentes al escuchar a aquella mujer tan fuerte, valiente y a la vez llena de preguntas obviamente ya respondidas, ¿qué hacer para crecer?, como es posible motivarnos a tantos, que aunque hiciéramos marchas como aquellas que hacen los simpatizantes de López Obrador, no servirían de nada pues ni siquiera afectamos a los gobernantes, sino a los demás ciudadanos.
Al escucharla se puede mantener la esperanza, como ella lo dijo "los ciudadanos diluímos toda esperanza", pero habremos de tomar valor de donde nos salga para iniciar haciendo algo importante y tan grande como ella, seguir su valentia y admirar su fuerza.
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